Arte y gastronomía pueden convivir, y lo hacen en la Rua Miguel Bombarda, en un punto de referencia imperdible llamado Oficina. El pasado nunca muere si alimentamos el presente. Por eso, este restaurante es un desafío ya que busca recrear el pasado en el presente mediante la cocina portuguesa, cruzando tiempos para transformar el arte en gastronomía.
Construido con intervención artística en un garaje de restauración de automóviles antiguos, hoy funciona como restaurante. No se trata solo de un lugar donde comer, sino de un espacio de reunión, fusión y descubrimiento. El cartel de neón que encabeza la entrada sugiere "Fuck Art / Let's Eat" e induce a la sinestesia de arte y gastronomía. El chef Marco Gomes pone su sello a la cocina de autor de Oficina. El precio promedio es de €60/ 2 personas.
Abre todos los días. Se aceptan reservas. Tiene servicio de comida para llevar.